Tutoriales y guías

Renovación del césped y corrección de irregularidades en la hierba

Un lugar saludable, verde y exuberante, perfecto para relajarse tranquilamente o realizar actividades con la familia y los amigos. Así quieres que sea tu jardín, ¿verdad? Pero, ¿qué pasa cuando hay zonas de césped secas y marrones, y malas hierbas que arruinan la experiencia? No tienes por qué preocuparte. Aquí tienes una guía paso a paso para reparar un césped irregular.

Antes de empezar a reparar el césped
¿Siembra de semillas o tepes?
Decide qué tipo de renovación necesitas, siembra de nuevas semillas o tepes nuevos, en función del tamaño del césped dañado. Si hay menos de un 40 % muerto, la siembra es suficiente.

¿Por qué renovar?
Trata de averiguar qué ha provocado que el césped no prosperara. Esto es importante para elegir nuevas semillas y podría afectar a otras decisiones durante la renovación.

Estima el esfuerzo.
Antes de empezar, trata de calcular la envergadura del trabajo al que te vas a enfrentar. ¿Necesitas alquilar un oreador? ¿Te gustaría usar un esparcidor? ¿Deberías contratar a un profesional para ciertas etapas del trabajo?

No es lo mismo renovar el césped sembrando semillas nuevas que empezar desde cero un césped nuevo. Si más de un 40 % del césped está dañado, deberías considerar esto último, pero si hay menos de un 40 % del césped dañado o cubierto de maleza, una buena resiembra, es decir, agregar más semillas a las plantas de hierba existentes, será suficiente. En este artículo nos centraremos en la renovación del césped mediante resiembra.

Si solo pudiera darte un consejo, te diría que hagas un análisis del suelo: saca un poco de tierra y envíala a un laboratorio para obtener los resultados. Muchos particulares omiten este paso porque lo desconocen o debido a su coste. Pero, de hecho, empezar la renovación con un análisis del suelo es la mejor inversión.

Si no analizas el suelo, nunca sabrás lo que necesitas hacer para mejorarlo. Puedes acabar abonándolo una y otra vez sin lograr resultados. El análisis del suelo te dirá lo que debes hacer, pero también lo que no debes hacer. Te proporcionará un plan de acción rentable y apropiado.

La forma de hacer un análisis del suelo varía en las diferentes partes del mundo, pero los laboratorios comerciales generalmente saben cómo hacerlo y te proporcionarán un modo de proceder detallado que te será muy útil cuando empieces con la renovación.

1. Decide cuándo renovar tu césped

La temporada de renovación varía dependiendo de la parte del mundo en la que vivas, pero el mejor momento es cuando el suelo está lo suficientemente caliente como para que las semillas germinen y crezcan. Esto significa que la temperatura del suelo debe ser de al menos 10 °C. Como regla general es bueno esperar hasta después del primer corte de la temporada, cuando el césped se haya vuelto verde y sepas que ha comenzado a crecer.

2. Determina el motivo por el que el césped ha fracasado

Si sabes por qué se ha deteriorado el césped, puedes utilizar ese conocimiento para tomar las decisiones adecuadas durante su renovación. Por ejemplo, si el césped se ha debilitado debido a árboles en crecimiento que sombrean el césped y compiten por el agua y los nutrientes, debes seleccionar variedades de hierba que toleren la sombra. También puedes podar algunas ramas de los árboles para dejar pasar más luz del sol y más lluvia.

Grass

Puedes conseguir cierta información con tan solo mirar el césped, pero un análisis de la tierra apropiado le dará una orientación mucho mejor.

3. Elimina la maleza y el fieltro

Empieza la renovación en sí eliminando las malas hierbas, en especial las perennes, ya sea manualmente o con un herbicida para evitar que otras especies compitan con el nuevo césped. Si utilizas herbicidas, asegúrate de leer las etiquetas y seguir las instrucciones. La mayoría de los productos permiten sembrar a los siete días, pero algunos herbicidas pueden impedir la germinación de las semillas entre tres y seis semanas.

Comprueba el estado de la materia seca o fieltro; para ello, saca un pequeño tapón de césped de unos 10 centímetros de profundidad. Si la capa esponjosa tiene más de 2 cm de espesor cuando la comprimes, es el momento de escarificar el césped. Si el césped tiene más de 300 metros cuadrados de superficie, será mejor que utilices un rastrillo eléctrico o un escarificador. Para céspedes más pequeños, un rastrillo manual será suficiente.

4. Prepara el terreno

Además de para eliminar el fieltro, un escarificador puede utilizarse para preparar el semillero para albergar nuevas semillas. Recorre todo el césped con las púas configuradas para penetrar en la superficie del suelo hasta una profundidad aproximada entre 0,5 y 1,5 cm, y luego rastrilla las grandes acumulaciones de residuos. Otra forma de preparar el suelo es realizar un oreado extensivo. Si eliges este método, tendrás que hacer entre 3 y 5 pasadas por todo el césped para lograr un oreado completo. Sin embargo, el mejor resultado se logra combinando los dos métodos anteriores: oreado seguido de escarificación. Esto mejorará enormemente el aporte hídrico a las semillas y los plantones emergentes.

Un problema común es que la tierra está demasiado compactada o es demasiado dura. Esto dificulta la llegada del agua y el oxígeno a las raíces de las plantas de hierba y provoca un crecimiento pobre. Un oreador crea pasillos en el suelo para el aire y el agua, mientras que un escarificador divide las plantas de hierba, produciendo más plantas y un césped más tupido.

5. Riega el césped

Corregir el riego del césped es fundamental. Las semillas de hierba y los plantones necesitan agua para germinar y enraizar. La tierra no tiene que estar empapada, pero asegúrate de que esté húmeda al menos. Si el césped parece seco y las probabilidades de lluvia son bajas, empieza por crear una reserva de agua en el suelo poniendo en marcha los aspersores durante una o dos horas al día varios días antes de la siembra.

Es importante que mantengas el césped con una cantidad uniforme de agua. Si haces eso y la temperatura del suelo es aceptable, estarás en el buen camino.

6. Usa un fertilizante

La fertilización fomenta el asentamiento y crecimiento de las nuevas semillas y plantones, y debe realizarse justo antes de la siembra. Aplica un fertilizante de nitrógeno de liberación lenta. Si has hecho un análisis del suelo, sabrás si tu césped también necesita más fósforo o potasio.

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7. Semillas

Si el césped está relativamente en buenas condiciones, puedes servirte de la mezcla de semillas que utilizaste en el pasado. Si has hecho un análisis del suelo, tendrás una buena indicación de las semillas que debes utilizar.

Puedes esparcir las semillas a mano, pero si quieres asegurarte de que las semillas se distribuyen uniformemente, lo mejor que puedes hacer es usar un esparcidor. Algunos esparcidores pueden conectarse al escarificador. En la mayoría de los casos, la mejor opción es un esparcidor centrífugo.

8. Disfruta

No hay por qué esperar para empezar a disfrutar de tu césped recién renovado. Cuando hayas resembrado, podrás empezar a utilizarlo de inmediato y cortarlo como lo harías normalmente.