Cómo regar el césped
Es fundamental un riego adecuado para disfrutar de un césped verde y saludable. Te ofrecemos algunos consejos de Husqvarna para mantener el césped perfectamente hidratado.
Un césped deshidratado se puede volver marrón y quebradizo o incluso morir. Por otro lado, el exceso de agua expulsa el aire de la tierra, lo que deja la hierba sin oxígeno y con riesgo de pudrirse. El secreto de un césped impecable es mantenerlo hidratado justo lo suficiente en todo momento. Obtendrás los mejores resultados regándolo abundantemente, pero no con demasiada frecuencia.
Signos de deshidratación
En algunos climas, como el del norte de Europa, la necesidad de riego es escasa o nula. Sin embargo, en zonas más cálidas y secas del mundo, la hierba debe regarse de forma regular para que no se seque. Estos son algunos signos de que el césped se está deshidratando:
- La hierba cambia a un color verde claro y, posteriormente, se vuelve amarilla
- Las hojas se rizan y marchitan
- Las pisadas permanecen más tiempo en la hierba
Cuándo regar el césped
El momento ideal para regar la mayoría de variedades de césped es a primera hora de la mañana. La hierba tendrá todo el día para secarse y el agua no se evaporará de una vez, ya que el sol no ha tenido tiempo de calentar el césped. Sin embargo, la opción más ecológica es regarlo por la noche. Solo hay que tener cuidado con la cantidad de agua, de modo que esta no quede adherida a las hojas de la hierba por la noche y cree un entorno húmedo perfecto para que proliferen los hongos.
¿Con qué frecuencia y cantidad?
Si no llueve, el césped debe regarse dos veces por semana, con entre 10 y 15 milímetros cada vez. Si el césped recibe cantidades insuficientes de agua de manera continuada, el sistema de raíces se ve forzado a aflorar a la superficie, donde está el agua y, por lo tanto, el césped se vuelve aún más sensible a la sequía. Utiliza un pluviómetro para comprobar la cantidad de agua que ha recibido el césped. Además, adapta el ritmo de riego al tipo de tierra en la que está el césped, asegurándote de que el agua tiene tiempo de empapar mientras el riego está en curso.
¿Qué equipo hay que utilizar?
Un sistema de aspersión es una forma fácil y cómoda de mantener hidratado tu jardín. Los aspersores se pueden colocar en la tierra, sobre soportes o desplazarse por el césped durante el riego. Si conectas los aspersores a un sistema informático de riego, podrás incluso irte de vacaciones con la tranquilidad de que el césped y las plantas estarán bien cuidados.
Muchos jardines tienen zonas que requieren más agua que el resto. Instala un depósito de agua de lluvia y utiliza el agua recogida para regar estas zonas a mano.